A través de este libro, la autora nos narra su relación con diferentes miembros de su familia, en particular con su hija Paula. Especial mención merece su forma de describir, personajes, paisajes, situaciones... Como vienen siendo habitual en ella, no olvida en su obra el panorama político de su país, que había sido bastante convulso y que inevitablemente queda indeleble en su mente, lo que nos hace entender mejor los hechos. Tras una repentina enfermedad, Paula entra en coma: "Llevas un mes dormida, no se como alcanzarte, te llamo y te llamo, pero tu mente se pierde por los vericuetos de este hospital". Su madre irá a visitarla cada día, y durante esas visitas, le cuenta los contemientos más importantes de su vida: su infancia, su época de estudiante e implicación política, sus amores y el nacimiento de ella y de su hermano. Todo ello en un intento de mantenerla con vida. La obra es un viaje hacia el propio interior de la autora, sacando de si misma sus deseos y esperanzas más íntimos, unidos al dolor como madre que ve partir a su hija, hacia un viaje sin retorno.
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