12.12.06

EL DEPARTAMENTO DE FILOSOFÍA RECOMIENDA

De manera sorprendente (o quizá no) los miembros del Departamento han coincidido en el escritor objeto de sus recomendaciones. Éste no es otro que Michael Ende, reconocido internacionalmente por ser el autor de La historia interminable.

Michael Andreas Helmut Ende nació el 12 de noviembre de 1929 en Baviera (Alemania). Era hijo único del pintor surrealista Edgar Ende, artista que sería censurado por el gobierno nazi. El propio Michael, más tarde, acabaría colaborando en una agrupación antinazi. Estudió interpretación, y a comienzos de los años 50 empezó a escribir relatos de enfoque infantil y juvenil, trabajó como actor, guionista de espectáculos de cabaret y escribió críticas cinematográficas, antes de alcanzar la popularidad literaria. Michael Ende murió el 29 de agosto de 1995 en la ciudad alemana de Stuttgar. Tenía 65 años.

De entre su abundante producción literaria, que incluye novelas, obras de teatro, colecciones de relatos..., hemos elegido Momo, una deliciosa novela; y una colección de relatos fantásticos a la que da título uno de ellos, La prisión de la libertad.

Antonio López ha elegido Momo, una novela escrita por M. Ende en el año 1973.

(Momo. Michael Ende. Editorial Alfaguara. Madrid, 2005)

Momo es una niña, de edad indefinida, que vive en un mundo ideal, deseable aunque utópico y poco factible en nuestros tiempos. De vida sencilla y amigos fieles, siempre felices... Hasta que aparecen los “temibles hombres grises”, individuos sin rostro y sin alma. Autómatas sin escrúpulos y tenaces a la hora de desempeñar su función de guardianes, de reconductores de los “elementos rebeldes” que osan contradecir al Sistema.
Ellos están dispuestos a cambiar lo más valioso que posee el ser humano, su tiempo libre, vital para desarrollar nuestras inquietudes y cultivar nuestras relaciones personales, para sentirnos realizados, vivos; por dinero. Así, en la bucólica existencia de Momo y sus amigos irá dejando su huella la acción de los hombres de gris. Y mientras todos acaban renunciando al tiempo que dedican a sus amigos y familiares, a leer o ir al cine, a cambio de más horas de trabajo; ella se nos muestra como paradigma de la inviolabilidad de principios y valores irrenunciables.
La obra es una especie de parábola acerca del modo de vida imperante en nuestra sociedad, en la que el egoísmo y la ambición personal de los seres humanos se vuelve en contra de sí mismos. No queda tiempo para el conocimiento, la reflexión, el ejercicio crítico... La mejor herramienta contra la intolerancia, el prejuicio, las actitudes serviles, los pensamientos vacíos...
En definitiva, una reflexión sobre las cosas realmente importantes. Sencillamente, recomendable.
Verónica del Rosal recomienda La prisión de la libertad, una colección de relatos del año 1992.

(La prisión de la libertad. Michael Ende. Editorial Alfaguara. Madrid, 1999).
El sugerente título nos abre el camino a un no menos sugerente libro que, a través de la fantasía, nos consigue transportar al interior de nuestras inquietudes más profundas, a un laberinto de dudas donde el lector lleva a cabo la búsqueda de sí mismo y el intento por entender lo que le rodea. ¿Qué nos depara el futuro?, ¿qué esconde tras sus puertas?, son cuestiones que encontramos en el relato que lleva por nombre el título de la obra (La Prisión de la Libertad), en cuya narración afirma su creador : “Somos prisioneros, condenados a elegir al azar entre innumerables incertidumbres que nos atormentan”.
El autor desarrolla en cada uno de los ocho maravillosos cuentos una prosa envolvente, relacionando unas historias con otras. Pese a la brevedad de cada una de ellas, podemos encontrar todo un mundo de imaginación y misterio, un mundo más real de lo que aparenta, donde la reflexión siempre está presente.


Con Michael Ende se advierte que la literatura juvenil, poblada de mundos imaginarios, héroes y villanos alojados en relatos de carácter épico, o fantasías que alteran de manera maravillosa la vida de sus protagonistas, es una experiencia placentera e inolvidable para el lector de cualquier edad. Para quienes aún tienen, en provecho de su existencia, la facultad de invocar la imaginación, el ensueño fantástico, y consideran a la lectura además de como un instrumento de evasión de lo corriente, puro aprendizaje vital.
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1.12.06

EL HOMBRE QUE ATRAVESABA LAS PAREDES

Esta es la recomendación de Nicolás, nuestro director. Este cuento de Marcel Aymè es una verdadera maravilla. Yo diría más: es un cuento perfecto. Y lo mejor es que con este cuento vamos a inaugurar una nueva forma de transmitiros nuestra pasión por la literatura: ofreros los textos íntegros para que podáis acceder a ellos de forma fácil y gratuita. Por ello hemos elegido este texto, porque estamos seguros de que os va a enganchar desde el principio. No dejéis de leeerlo.