Anton Chéjov, La gaviota
Como nuestro novelista Pío Baroja, Chéjov (1860-1904) estudia Medicina, pero no la ejerce, debido a que las letras lo tientan más. Stanislavski representó La gaviota en 1896, al igual que hará después con muchas otras de sus obras, lo que supondrá una ruptura con el teatro de su época.
Los personajes, en su conjunto, viven un fracaso espiritual ante un sistema feudal que se resquebraja. La acción sucede en Rusia hace más de cien años, pero los distintos impulsos, deseos y ambiciones que los mueven a actuar se equiparan con los de la modernidad más actual. Su autor afirma que es una comedia, lo que violaría la concepción que tenemos de los géneros. La tristeza recorre cada página: hay amores imposibles; matrimonios de conveniencia; infelicidad marital aun cuando se aman, pues sus almas están en otra parte; replanteamiento de la representación teatral al uso convencional y ahogamiento de las jóvenes generaciones por la lápida de las anteriores; suicidios; el verdadero valor de la fama; desesperación, etc. Destacaría la fuerza del joven Treplyóv enamorado de Nína, simbólicamente la gaviota, despechado por su amada que se enamora del abyecto y vil Trigóriv que la conquista con una de las frases de sus libros “Si alguna vez necesitas de mi vida, ven y tómala” (pág. 186).
Invito ahora a que los que leen estas líneas a que se adentren en la fascinante obra dramática y se dejen contagiar por las personalidades que la pueblan y es que, además, se le atribuye al dramaturgo la creación de la “acción indirecta”: lo NO DICHO en la interacción entre los personajes se posiciona a mayor altura que lo expresado en el argumento, dando cabida a la percepción de sutiles contrastes y sentimientos que nunca llegan a afirmarse literalmente, pero que van impregnando el ambiente en el que coexisten.
Enlaces de interés:
http://www.elaleph.com/
http://www.ts.ucr.ac.cr/ (contiene la obra digitalizada)
http://buscabiografías.com/
http://www.cervantesvirtual.com/
Ana María Bautista Aranda
Profesora de Lengua castellana y Literatura
Los personajes, en su conjunto, viven un fracaso espiritual ante un sistema feudal que se resquebraja. La acción sucede en Rusia hace más de cien años, pero los distintos impulsos, deseos y ambiciones que los mueven a actuar se equiparan con los de la modernidad más actual. Su autor afirma que es una comedia, lo que violaría la concepción que tenemos de los géneros. La tristeza recorre cada página: hay amores imposibles; matrimonios de conveniencia; infelicidad marital aun cuando se aman, pues sus almas están en otra parte; replanteamiento de la representación teatral al uso convencional y ahogamiento de las jóvenes generaciones por la lápida de las anteriores; suicidios; el verdadero valor de la fama; desesperación, etc. Destacaría la fuerza del joven Treplyóv enamorado de Nína, simbólicamente la gaviota, despechado por su amada que se enamora del abyecto y vil Trigóriv que la conquista con una de las frases de sus libros “Si alguna vez necesitas de mi vida, ven y tómala” (pág. 186).
Invito ahora a que los que leen estas líneas a que se adentren en la fascinante obra dramática y se dejen contagiar por las personalidades que la pueblan y es que, además, se le atribuye al dramaturgo la creación de la “acción indirecta”: lo NO DICHO en la interacción entre los personajes se posiciona a mayor altura que lo expresado en el argumento, dando cabida a la percepción de sutiles contrastes y sentimientos que nunca llegan a afirmarse literalmente, pero que van impregnando el ambiente en el que coexisten.
Enlaces de interés:
http://www.elaleph.com/
http://www.ts.ucr.ac.cr/ (contiene la obra digitalizada)
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Ana María Bautista Aranda
Profesora de Lengua castellana y Literatura
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